sábado, 19 de diciembre de 2009

No hablemos de mascotas, hablemos de euros




Decenas de bombonas de propano que frustran la consolidación de la verdadera pista de hielo de la ciudad de Barcelona. Se consumen sin calentar ni a animales ni a voluntarios. Techos de baños que amenazan con caer sin avisar, o avisando sin ser atendidos. Abrevaderos con verdín que hacen las delicias de los estudiantes de microbiología y unos comederos gemelos que permiten la fermentación de los restos de pienso de calidad mejorable. Techos que discurren en paralelo sin encontrarse dejando una desgraciada rendija para el frío y la lluvia, los dos grandes azotes climatológicos de los perros en Collserola. Metales degradados que son testigos de la dureza atmosférica y del poco acierto de las medidas para compensarlas.
Son cientos los desmanes de gestión, técnicos y de administración que no justifican el millón largo de Euros que el País publicó como presupuesto anual del CAAC. No se entiende que tanto de tan poco y eso a todo ciudadano debería preocuparle.