domingo, 4 de abril de 2010

Las correas desatadas


Siempre ha existido el problema de la falta de correas. A pesar del alto presupuesto con el que cuenta el CAAC, en varios periodos del año los voluntarios hemos tenido que comprar correas, bozales y collares para poder sacar a pasear a los perros de la perrera de Barcelona. Las nuevas medidas, recientemente implantadas, no ayudan sino que hacen que esta falta de correas vaya in crescendo.













Es totalmente comprensible que los posibles adoptantes suban al CAAC sin correa, sin collar, sin nada más que con la mera y loable intención de adoptar a un perrito u otro animal. Lógicamente, el CAAC proporciona a los adoptantes estas correas y collares con el fin de que el nuevo adoptante pueda llevarse al adoptado a casa, facilitándoles así las cosas, pero siempre se les comenta que estos útiles deberían ser devueltos. Lamentablemente sin mucho éxito, pues nadie se acuerda de devolverlos. Al final los 30 € que cuesta adoptar un perro en la perrera de Barcelona tienen que cubrir el chip, la desparasitación, la esterilización, el collar y la correa.
Además las nuevas medidas no ayudan. Los voluntarios opcionalmente pueden solicitar dos correas para uso personal, se las deben llevar a casa al terminar su servicio de voluntariado y volver a traer al CAAC cuando suban para pasear a los perros. Consecuentemente, no hay apenas correas colgadas en la zona de las jaulas para los que han decidido no acogerse a esta propuesta. ¡Es una gran responsabilidad tener dos correas a nuestro cargo! Además deberíamos llevárnoslas sucias y mugrientas a casa, ya que al no haber un espacio para los voluntarios no tenemos donde dejarlas (razón suficiente para que nadie se nos acerque en el metro o el autobús…). Si paseamos sólo un perro debemos cargar con la segunda correa por miedo a que se pierda o se extravíe, y ni falta hace hablar del riesgo de contagio de microbios, virus y bacterias que vamos a pasear fuera del CAAC, ¡ojo con nuestros animales domésticos! es la mejor manera de contaminarles con lo que sea.
Temblaremos con la masificación de perros en los meses veraniegos y como siempre una vez más, si queremos dar una vueltecita a esos peludos tendremos que poner más dinero de nuestro bolsillo para comprar el material. Es un poco surrealista. Sobretodo si se entregan correas a gente que no tiene garantías de volver a poner los pies en el CAAC y se le niegan a veteranos que no sólo las necesitan, si no que llevan años poniéndolas de su propio bolsillo. De nuevo habrán correas lejos de los perros, perros sin correa y sin buen sentido en el CAAC.