jueves, 15 de octubre de 2009

Por si alguien no se ha enterado todavía



SALÓ ANIMALADDA

Els propers 23, 24 i 25 d’octubre de 2009 es celebrarà V Saló pel benestar i la defensa de l’animal abandonat
“Animaladda”, organitzat per l’associació defensa drets animals (ADDA) al Palau Sant Jordi (Sala Barcelona, 92) de Barcelona.
El CAAC de Barcelona estarà present amb un estand i amb animals per a la seva adopció.
El saló “Animaladda” és una bona oportunitat per a adoptar animals i trobar una família i una nova llar.

Durant aquests tres dies necessitarem disposar de diversos voluntaris i voluntàries per a passejar els animals del CAAC, per a fer passarel·la de gossos i gats i per a donar a conèixer el programa de voluntariat.
..................................................................................
Quién sabe, con un poco de suerte hasta le encontramos una casa en condiciones a alguna de las mascotas del CAAC antes de que llegue lo peor del invierno. Seamos optimistas...

Sobre voluntarios y otras hierbas

Es tan desastrosa la situación en todos los ámbitos en el CAAC que a la hora de plantear mejoras concretas uno no sabe bien por dónde empezar (en breve publicaremos las oportunas propuestas planteadas por un buen grupo de voluntarios). Aunque son interminables los aspectos a mejorar, no es menos cierto que con un mínimo de buena voluntad y organización se podrían realizar pequeñas mejoras que harían más llevadera la situación actual, especialmente en lo que respecta a los voluntarios. La "Guia del voluntariat del Centre d'Acollida d'Animals de Companyia" , entre otras cosas nos dice claramente:
"Les persones voluntàries són una part molt important del CAAC. Hi ha moltes tasques de suport que fan que la vida dels animals al Centre sigui molt més confortable. El personal cuidador del CAAC t’explicarà com pots portar a terme aquestes tasques i quin material necessites, i tant ells com el coordinador de voluntaris t’assessoraran i ajudaran davant qualsevol dubte o problema que se’t plantegi."
La realidad por desgracia es bien diferente. Los voluntarios parecen ser recibidos más como una amenaza potencial o una molestia que como lo que son (o deberían ser) realmente: una herramienta valiosísima para el buen funcionamiento del CAAC. Ya el proceso de hacerse voluntario parece pensado para desanimar a las personas: tras insistir telefónicamente, cuando el potencial voluntario consigue comunicar es informado de que deje su nombre y teléfono y se le llamará para concretar el momento en que podrá subir y formalizar el papeleo con el "coordinador de voluntarios" (figura que NO existe actualmente, cosa que no parecen saber ni los propios trabajadores del CAAC). Esa llamada suele no producirse nunca, así que la mejor opción parece ser subir al centro y confiar en que en ese momento haya la persona responsable para formalizar los papeles. Se confía en la buena disposición de los voluntarios, pero se obvia un punto crucial: el simple hecho de firmar un papel no te capacita para pasear unos perros en situación de stress. No existe (o si lo hay no se hace público) un protocolo de actuación para los voluntarios, que deben improvisar su "formación" preguntando a otros voluntarios que por lo general no disponen de tiempo para explicar como funcionan las cosas. Al voluntario recién llegado se le "echa a los perros" (literalmente) sin haber recibido una mínima formación que le permita acercarse a una jaula a sacar un perro (o varios a la vez) con unas mínimas garantías de seguridad y confort tanto para el animal como el humano. Cómo actuar si un perro se muestra agresivo o llega a enfrentarse a otro animal. Qué hacer si un perro se escapa. Qué perros puede sacar y cuáles no. Qué es un GPP.... Las mínimas condiciones higiénicas que deben ser observadas tras el contacto con algunos animales: lavarse y desinfectarse las manos tras el contacto con un animal susceptible de padecer algún tipo de enfermedad contagiosa por contacto (sarna, por ejemplo), para evitar entre otras cosas un posible contagio al siguiente animal. Vestimenta adecuada (intentar evitar colores agresivos y amenazantes como ir vestido de negro, optar por colores más neutros y naturales como tierras, verdes, marrones,... calzado resistente y antideslizante, ya que el suelo es resbaladizo por obra y gracia de los manguerazos indiscriminados). Qué jaulas hay, dónde están, como acceder a ellas, qué hacer si no hay material de paseo en condiciones (o directamente no hay), qué correa es adecuada para cada animal, cómo colocarle la correa sin causar daño, qué hacer si el perro se niega a volver a entrar. Conservar un estado de ánimo sereno y tranquilo, evitar gritos, discusiones o actitudes nerviosas (que pueden surgir debido a la sensación de desamparo y sobrecarga que sufren los voluntarios).
Al mismo tiempo, y siendo totalmente justos, (desde este blog estamos dispuestos a sugerir siempre mejoras/críticas constructivas sea quien sea el destinatario) los propios voluntarios deberían tener mayor capacidad de autocrítica y ser conscientes de sus limitaciones y errores (nadie es perfecto). Sabemos de los perros lo que podemos y nos cuesta salirnos de algunos mitos sobre lo que conviene o no los canes. Les conviene que dejemos atrás nuestros malos rollos, los enfados y sobretodo las malas maneras ya que su uso no propicia cambios y sí convierte el paseo de los perrillos en otra experiencia desagradable más , a sumar al abandono, el chorretón, la suciedad, la tristeza y la hostilidad de otros perros que no saben cómo expresar su frustración si no es con agresividad. Pretender la uniformidad de criterios es imposible, recordar la necesidad de conseguir un solo objetivo es fundamental: el bienestar de los animales.
Es necesario romper este funcionamiento paradójico que hace que algunos piensen que cuanto peor mejor, es decir, hay quien quiere que las cosas vayan mal para desacreditar aún más a los voluntarios. Que las cosas vayan mal para dejar a la dirección en evidencia. Que las cosas vayan mal para demostrar que todo es desastroso y hay mucho que hacer y somos todos muy útiles. Pero no, hay que comprender que el futuro de trabajadores y voluntarios va ligado a los perros. Cuanto mejor estén los perros mejor estaremos todos, y si un día los perros están de maravilla y sólo hay unos pocos en situación de desamparo nos pondremos "a otra cosa, mariposa" y nos sentiremos felices de haber dado un vuelco a la situación. Cuanto mejor estén las mascotas, mejor, y otra cosa es mezquindad.

Un momento para coger aire, y continuamos con más fuerza.

Este blog nació con un objetivo claro: dejar de existir cuando no sea necesario. No encontramos ningún placer en dedicar tiempo y esfuerzo en denunciar la mala situación del CAAC, de hecho preferiríamos dedicarnos a actividades más placenteras y relajadas. Pero nuestro deber y derecho como ciudadanos (y contribuyentes) es exigir a los responsables de los servicios públicos que cumplan con su trabajo (aunque sea un tópico y frase manida, les estamos pagando el sueldo con nuestros impuestos). No nos mueve ningún ánimo de revancha, ni "caza de brujas", ni interés político, ni obsesión personal. Nada nos haría más felices que comprobar que por fin en el CAAC se empiezan a acometer actuaciones con criterio, que se intenta dentro de lo posible realizar unas mejoras estructurales y organizativas que desde hace demasiados años no se llevan a cabo, en definitiva, que se pudiera detectar un mínimo interés por parte de los responsables del centro en convertir la estancia de los animales (y humanos) en una experiencia lo menos desagradable posible. Seríamos los primeros en felicitarnos / felicitarles, aplaudir y hacernos eco de tales actuaciones. Hasta entonces... seguiremos opinando, aportando datos, informando, cuestionando y llevando a cabo todas las acciones que dentro del marco legal sean posibles para denunciar y hacer públicas las (muchas) vergüenzas que adornan al centro, hasta que los responsables de poner remedio decidan "mover el culo" de sus poltronas.