lunes, 20 de septiembre de 2010

... que 365 días no son nada (II).

"Decíamos ayer..."

Es de sobras conocido que las instalaciones del actual CAAC de Barcelona se crearon a mediados de los 70 como "matadero" de perros y gatos. En 2003 se dejaron de sacrificar animales, pero a continuación no se pusieron los medios necesarios para que el cambio de rumbo fuese completo, ni renovando las instalaciones, ni la actitud del personal, ni la de los responsables.

Durante este último año se han escrito bastantes artículos en relación a la perrera de Barcelona, tanto la actual como la futura. Nos detendremos en el párrafo final de un artículo aparecido en EL PAIS el 1 de agosto que resulta bastante clarificador respecto a ciertas mentalidades y actitudes todavía vigentes (las negritas son nuestras):

..."La nueva perrera de Montjuïc estará gestionada por la concejalía de Medio Ambiente, con la quinta teniente de alcalde Imma Mayol, al frente. Pero a la espera de su inauguración, el CAAC continua dependiendo de la Agencia de Salud Pública. Este organismo, participado por el Ayuntamiento y la Generalitat, asegura que si los perros no salen de las jaulas "el funcionamiento de la perrera no se ve trastocado". Pero el paseo favorece la socialización y mejora el estado de los animales."

Se puede decir más alto, pero no más claro. Para la ASPB si los perros no salieran nunca de sus jaulas, no pasaría nada. Menos trabajo y menos problemas, y si se pudiera volver a sacrificarlos, mejor que mejor, por aquello de "muerto el perro muerta la rabia". Quieren perros encerrados en jaulas 24 h al día, que no se muevan, que no hagan ruido, que no molesten. Resulta poco probable intentar un entendimiento con quienes viven anclados en una mentalidad de hace 40 años. Pero no es en realidad que los perros salgan de sus jaulas 20 miserables minutos al día lo que más molesta, sino quienes los sacan a pasear.

El voluntariado del CAAC no debería ser protagonista de nada. En condiciones normales sería valorado, apoyado y apreciado por la labor desinteresada que realiza, día tras día. No sucede así. Resulta un fenómeno inexplicable, pero se percibe como un ente extraño, ajeno a la perrera, casi como una amenaza. El año pasado ya se reclamaban algunas mejoras desde este blog para que las personas voluntarias pudieran desarrollar su labor de manera más efectiva:

- Transporte público que permita que los ciudadanos de Barcelona accedan al CAAC. Mucho hablar de "movilidad sostenible" pero la única manera factible de acceder a la perrera municipal es con coche particular o taxi.
- Horarios más razonables, el cierre de 14 a 15 h no tiene demasiado sentido, durante esa hora hay trabajadores en el centro. En verano podrían ampliarse los horarios de paseo.
- Sigue sin haber un coordinador de voluntarios, una persona que organice y distribuya las tareas, que conozca a los voluntarios y a los animales, que asigne y controle los paseos... El sistema actual es "apáñate como puedas". La situación se ve agravada actualmente ya que los animales del CAAC están distribuidos en 4 centros diferentes (CAAC de Collserola, HelpGuau en Argentona, Cal Txiky en Callella y Mas Codinachs en Vic). Son los propios voluntarios quienes tienen que organizarse y ponerse de acuerdo para saber quién va a cada sitio. Si a eso unimos que el número de voluntarios no solo no ha aumentado sino que incluso va disminuyendo y algunas personas valiosas acaban tirando la toalla desanimadas por la mala situación, no hay nadie que realmente pueda dedicar tiempo de calidad a pasear y socializar a los perros que llegan.
- Un etólogo que realmente pueda valorar a cada animal.
- Disponer de un lugar en el que cambiarse de ropa...
En ninguno de esos puntos parece haberse avanzado demasiado: habrá que seguir insistiendo.

Que se hagan obras de mejora está bien, es algo completamente necesario. Pero muchas otras cosas deben cambiar en la perrera de Barcelona para llegar a merecer realmente el nombre de "centro de acogida".

... continuará

... que 365 días no son nada (I).

"Decíamos ayer..."

Andamos de aniversario por informeCAAC. Constatamos, que no celebramos, que hace ya más de un año empezamos a poner por escrito lo que era vox pópuli desde hacía mucho: que Barcelona tiene una política de atención con los animales muy deficiente, siendo clarísimo exponente de ello la vergonzosa perrera municipal de Collserola gestionada por la ASPB. No celebramos nada, el hecho de que este blog siga existiendo es una mala noticia: significa que siguen sin hacerse las cosas bien.

En este último año han pasado bastantes cosas, buenas y malas. Este blog se creó a raíz de la coincidencia de dos hechos significativos. Un 16 de septiembre de 2009 aparecía Imma Mayol radiante y ufana en "Els Matins de TV3" y en entrevista con Josep Cuní anunciaba a bombo y platillo que se había llegado a un acuerdo "político" sobre la ubicación de la nueva perrera (perdón, para ser políticamente correctos hay que decir "centro de acogida", o todavía mejor "parque de acogida" que suena más lúdico-festivo).

Ese mismo día la realidad nos golpeaba en la cara: apareció muerto en su jaula del CAAC un perro que todos conocían como "Jordi"(alias "el bueno" por su infinita bondad y dulzura, este blog nació en su honor). El contraste entre bonitas promesas y dura realidad no podía ser más explícito y contundente. Cuando a un animal le llega la hora, le llega, es ley de vida y hay que hacerse a la idea (en este último año hemos visto morir a bastantes), pero es evidente que con otras instalaciones, con una mejor atención y sobre todo con otra manera de gestionar las cosas y otra mentalidad probablemente muchos de los que han muerto podrían haberse salvado, vivido más tiempo o por lo menos en mejores condiciones.
Un caso que levantó cierto revuelo durante un tiempo fue el de la muerte en condiciones muy poco claras del perro "Zeus". Desgraciadamente no es un caso único ni aislado, existieron otros casos Zeus en el pasado, la diferencia es que no se denunciaron públicamente. Queremos creer que casos así no volverán a repetirse, pero tampoco pondremos la mano en el fuego... Lo que sí parece claro es que no se depurarán responsabilidades. Quienes tomaron la decisión siguen en su sitio. La vida sigue.
Hace un año la realización de unas obras de mejora no parecía ni contemplarse, de hecho desde la Agencia de Salud Pública el argumento era "no son necesarias, el centro está en buenas condiciones" y para ello se escudaban en argumentos tan surrealistas como un "informe" de la revista Eroski Consumer en que se valoraba al CAAC con un "muy bien". Incluso por parte de la ASPB se enviaron cartas de advertencia avisando de "incumplimientos del acuerdo del voluntariado", "futuros expedientes" y "medidas disciplinarias" a aquellas personas que haciendo uso de su derecho a la libertad de expresión acudieron a los medios a denunciar las condiciones en que se encontraba el centro. ¿Cómo se entiende? Si el centro estaba tan bien, ¿cómo es que un año después hay que gastarse 700.000 € en arreglarlo? ¿Tendrá algo que ver que durante todo este año se ha seguido presionando y denunciando públicamente desde diferentes frentes, y que las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina? El año pasado el CAAC tenía una escalera oxidada con escalones rotos y unas jaulas que se caían a trozos, parece que este martes (al menos en teoría) empezarán la obras de reforma. Algo es algo. Que cada cual saque sus propias conclusiones.

Seguimos sin etólogo, y a pesar de que se hayan cambiado los carteles que habían en Collserola que todavía identificaban al CAAC como centro de zoonosis (hecho también denunciado en este blog) la mentalidad sigue siendo la de almacenar los perros en sus jaulas para que den el menor trabajo posible, y si puede ser sacárselos de encima lo más rápido posible, aunque los adoptantes no ofrezcan unas mínimas garantías. Parece que hay que engordar las cifras de adopciones para que la cosa tenga mejor aspecto, pero por desgracia en las estadísticas nunca se hace un seguimiento de las devoluciones. No tenemos cifras oficiales, pero es habitual volver a ver caras conocidas en las jaulas al poco tiempo de haber sido adoptados.

Adoptar en el CAAC sale barato, pero por desgracia en este país
abandonar o maltratar parece que sale todavía más barato.


... continuará