La historia de la "calefacción" en el CAAC es la historia interminable. Nunca jamás ha llegado a funcionar del todo, en cuanto se encendió dejó de funcionar inmediatamente, se ha revisado por "técnicos" varias veces, ahora funciona, ahora no; ahora no,ahora tampoco, ahora poco y mañana nada.
Precisamente estos días está previsto que llegue una ola de frio extremo a Catalunya, y quien conozca Collserola y sobretodo la perrera municipal, sabe que el frio que pueda hacer en Barcelona en Collserola lo es con mucha más fuerza, y en las jaulas del CAAC lo es muchísimo más debido a la humedad, la sombra y el frio que hay siempre en las instalaciones por su ubicación.
Los dos "tubitos" de plástico que son realmente la calefacción no sirven en absoluto para calentar la jaula (que es un espacio abierto y sin aislamiento térmico de ninguna clase), los pocos días que ha funcionado como mucho consiguen que en el tramo en que están el suelo no esté demasiado frio y se evapore algo el agua acumulada tras la limpieza con manguerazo, pero tampoco se nota ningún tipo de calor en el entorno. El único calor que consiguen los perros es el suyo propio, si tienen suerte de tener una manta seca y pueden hacerse un ovillo.
La calefacción, por enésima vez, ha dejado de funcionar. Hasta ahora se había tenido la suerte de un invierno no muy duro, pero ahora que llega el frio en serio es cuando la inmensa chapuza que ha sido desde el principio esta calefacción mal elegida, mal planificada y mal instalada se hace más evidente.
A los políticos les faltó tiempo para hacer promesas y darle bombo a las "obras" en los periódicos, que den ahora la cara los responsables de este desastre.
