martes, 1 de febrero de 2011

ODA A VIC



Voy trotando, voy cantando,
¡hoy nos vamos de excursión!
Hacia Vic, todos contentos,
¡suban todos al furgón!

¡Qué buen día pasaremos!
Ya preparo mi mochila
toda llena de deseos
para cumplir en este día.

Al llegar, bajamos todos
con una gran excitación;
nos muestran los aposentos;
pasad, chicos, al salón.

Eso sí, todo muy limpio,
pasa la prueba del algodón.
Unos chicos muy atentos
limpian cada habitación.

Todo lujo, "cinco estrellas",
las paredes de color,
aunque alguna que otra gotera
puede verse en un rincón...

* * *

Pasan días y aquí estamos
más solitos que la una.
Que si no vuelve el furgón
¡vaya chasco de excursión!

Nadie nos dijo que el viaje
era de ida sin retorno,
ni que este pequeño paisaje
sería una nueva prisión.

Las goteras se hacen grandes,
las grietas se hacen gigantes.
Se nos cae el mundo encima,
se nos parte el corazón.

Si cierro los ojos y sueño,
todavía puedo entrever
la ilusión que antes tenía
y que no puedo retener.

* * *

Ya no sé en qué día estamos,
ni si esto tendrá fin.
He perdido ya la cuenta
del tiempo que aquí llevamos.

Las rayitas que he marcado
ya no las puedo ni ver;
la pared se ha desconchado
y a miguitas se ve caer.

Se encogen mis ilusiones,
se van haciendo pequeñas
mientras contemplo la noche
detrás de estas cuatro rejas.

LEO


Perrillo valiente, camina de frente,
perrillo cansado, reposa a mi lado.
Es tu entereza la que te dará fuerza,

esperando el día en que saldrás de aquí.