sábado, 5 de diciembre de 2009

Pedro Riba puede sentirse orgulloso


"Luces en la Oscuridad" cumple más de veinte años de existencia llenando las noches y madrugadas del fin de semana de toda España. Desde la frecuencia de Onda Rambla y Punto Radio llega, cálida y serena, la voz de Pedro Riba. El profesional de la radio y la televisión acude puntual a su cita, deseada y amable, iluminando la negra noche. Son numerosos sus admiradores, muchos los que llaman, muchos los que visitan su página web y, sin duda, muchos más que aunque no hacen ni una cosa ni otra, simplemente le siguen y admiran año tras año.
Pedro Riba confirma las buenas sensaciones que transmite en las distancias cortas. A su saber comunicar, sentir y reflexionar une la profundidad de su trabajo. Por todo lo dicho hasta ahora sorprende su cercanía y sencillez.
A Pedro Riba le preocupan de verdad las mascotas del CAAC y de cualquier otro lugar, habla de ellas, promociona su bienestar y adopción y lo hace desde el corazón. Tiene todos los datos sobre lo que sucede en las instalaciones y se muestra implacable en la búsqueda de soluciones. No usa la causa animalista como excusa para rellenar un tiempo o acallar reclamos. Su apoyo e interés tienen una dimensión de realidad ejemplar.
Si Pedro tuviera más poder las mascotas y el CAAC tendrían mejor vida. Pero Pedro tiene ya un gran poder: arropando a muchos durante las horas más oscuras. Invitaremos a Pedro y a su equipo a tomar cava cuando las mascotas tengan por fin las instalaciones y cuidados que merecen. Ojalá venga también "Blas ", el perro del técnico de sonido del programa que rescató del CAAC su orgulloso y luminoso amo.
Gracias Amigos, ¡¡¡lo conseguiremos!!!
Link a la web del programa
Archivo de la entrevista(MP3)

¿Desde cuando la edad es un impedimento para ser querido?



Me explico. Las adopciones de animales son, en su gran mayoría, de individuos de menos de 4 años. Casi todos los adoptantes llegan con la idea de llevarse un cachorrito o un gatito a casa y muchos, si no lo encuentran, simplemente se van con las manos vacías.
Los animales de pocos meses son preciosos, sí, muy graciosos, sí, un encanto sí, pero…
Un perro o un gato adulto no se come los zapatos, ni agujerea los calcetines, ni se hace pipi en cualquier sitio, ni llora toda la noche si no estás a su lado. Un animal adulto es igualmente un buen alumno, tiene ya sus hábitos, es cierto, pero cuando llega a un nuevo hogar está deseoso por adaptarse, por tanto es plenamente moldeable y está abierto de mente y corazón a los usos del lugar. Un cachorro no es tan consciente de que le ha “tocado la lotería” como lo es un animal adulto, éstos son infinitamente más agradecidos y se enamoran locamente de su nueva familia.
Las protectoras y las perreras están abarrotadas de animales que superan los 4 años y casi nadie los quiere por considerarles ya mayores. No son mayores, son adultos y merecen una oportunidad como todos los demás. Son animales que, siendo felices, pueden vivir muchos años. Son tranquilos, calmados y no necesitan paseos tan largos, normalmente andan al lado de su amo con toda la diligencia del mundo. Duermen mucho y son muy dóciles y pacientes con los niños.
Estas Navidades, como muchas otras, se regalarán miles de cachorros y gatitos, muchos de los cuales cuando crezcan serán abandonados, recogidos por la urbana y llevados a las perreras y a las protectoras. Algunos, con suerte, serán rescatados y encontrarán una nueva casa, muchos otros verán pasar los días detrás de cuatro barrotes deseando no envejecer porque con el tiempo se reducen sus opciones de ser felices de nuevo siendo así condenados a malvivir hasta su muerte.
Con ojos llorosos imploran a los visitantes que les salven, que se fijen en ellos, mientras prometen en silencio “seré bueno”. Son buenos, buenísimos, y enriquecen enormemente a sus nuevas familias. ¡Por favor, démosles una oportunidad porque lo merecen!
Por 3R