miércoles, 23 de septiembre de 2009

Otras realidades: Ejemplos de mayor interés

Uno de los elementos que demuestra el gran desinterés de las autoridades es la falta de un sitio web específico del CAAC. Una pequeña sección de la agencia de salud pública refiere una serie de protocolos pero no sirve de herramienta atractiva y prestigiosa para comunicarse ni favorecer las adopciones.
http://www.aspb.es/quefem/documents_acollida_animals_companyia.htm
Sugerimos los enlaces con el servicio de la ciudad de Amsterdam:
http://www.dierenasielamsterdam.nl/default.htm#
Algo más cercano como Madrid:
http://www.centrodeacogida.org/index3.asp
Video explicativo-promocional de lo que hacen en NYC, la perrera municipal de Manthattan:
http://www.youtube.com/watch?v=LD9p9UO7feU

¿Qué es denunciable en el trato animal?

El maltrato o las agresiones físicas a animales o prácticas que les infrinjan sufrimientos o daños injustificados. El abandono de animales.

  • El mantenimiento de animales en instalaciones no adecuadas desde el punto de vista higiénico-sanitario o de bienestar.

  • La práctica de mutilaciones, excepto las controladas por veterinarios en caso de necesidad. La falta de alimentación necesaria.

  • La donación como premio, recompensa o regalo de compensación por otras adquisiciones de naturaleza distinta a la transacción onerosa de los animales. La venta o donación a laboratorios o clínicas, sin control de la Administración.

  • La venta a menores de 14 años y a incapacitados, sin autorización de las personas que tienen la patria potestad o la custodia.

  • La venta ambulante de animales de compañía. La venta ambulante de otro tipo de animales fuera de los mercados y ferias legalizados.

  • El uso de animales en espectáculos, luchas y otras actividades si éstas pueden ocasionar sufrimiento o pueden ser objeto de burlas o tratamiento antinatural, o bien si puede herirse la sensibilidad de las personas que los observan.

  • Las peleas de perros o gallos de pelea, el tiro al pichón y otras prácticas parecidas. Otros hechos recogidos en la Ley 3/1988, de 4 de marzo, de protección de los animales.

  • Otros hechos recogidos en la Ley 10/1999, de 30 de julio, de perros considerados potencialmente peligrosos.

Mejoras concretas: Control del acceso

Una de las debilidades del CAAC está en su franqueabilidad. Cualquier persona en calidad de visitante puede acceder a las instalaciones (insistimos que también niños, cosa que resulta grave en extremo). Existe el rumor (la información suele circular en el ámbito informal. La formalidad se reserva para cosas irrelevantes) de que han sido sustraidos perros del CAAC. Para evitarlo se requiere a los voluntarios de usar un distintivo que los identifique. Un papel impreso de modo casero (normalmente con la tinta corrida) dentro de un sobre plástico con una pinza. Es un distintivo incómodo e inefectivo. Incómodo por su tamaño y su fragilidad. Inefectivo por que cualquiera puede hacer una copia en casa y cualquiera puede robarlo pues, no son nominales y están a la vista de cualquiera. El problema de la seguridad no se debe basarse exclusivamente en la acreditación de voluntarios, pero de modo inmediato habría que modificar el sistema (en el protocolo publicado por la Amspb se habla de chalecos). Lo curioso es que si no se tiene ni para collares, bozales ni correas para los perros ¿de donde saldrían los chalecos?.
Nadie ejerce ningún control de entrada ni salida y las consecuencias las pagan los perros. Los voluntarios una vez más señalados como causa de los problemas.Una propuesta interesante e inteligente sería dar a cada voluntario una tarjeta magnética que permita el acceso al recinto. Gracias a ello podría haber un registro real de las ocasiones y duración de las estancias de los voluntarios que demostraría que más allá de los números y las estadísticas, hay una minoría entregada y sobrecargada que son los que garantizan el bienestar de los perros. Existe una mayoría abstracta de la que sólo el técnico tiene constancia a través del documento de acuerdo. Un sistema ampliamente empleado en las instituciones públicas y privadas, podría permitir todos los días de la semana y todas las horas de apertura tener una idea precisa de quien y cuando tiene acceso a los animales.