martes, 16 de noviembre de 2010

"Bop"


A Bop, y a todos y cada uno de los perros alojados en el “Mas Codinachs” de Vic.

Me dejaron un día atado a un poste. Pasé hambre y pasé sed. Me cogieron, me llevaron, me encerraron y me dieron de comer.

Sentí los barrotes de soledad de una jaula, barrotes de frío y duro metal. Pasé frío y sentí dolor. Me dolía el cuerpo y me dolía el alma.

Pero me quedaba aún un hilo de esperanza. Recibí momentos de compañía y de ternura; a ellos me agarré como a una tabla en el océano.

Pero todo eso ahora ya ha quedado atrás.

Ahora estoy solo. Ahora no vivo, ni tampoco espero. El hilo se ha roto.

Nadie abre ya la puerta de mi jaula, ni tampoco la puerta de mis antiguas esperanzas. Nadie entra, nadie me habla, nadie me saca a contemplar el mundo.

El aire es frío y me hiela por dentro. Las piedras lastiman mis débiles patas. Me duele el alma y me duele el cuerpo.

Se han apagado ya todos mis deseos, porque no quedan hilos para enhebrar esperanzas.

¿Dónde están todos aquellos que me hablaban, me acariciaban, me llevaban de paseo, me respetaban, me querían?... ¿Me querían?

Cierro los ojos y de todos ellos me acuerdo. Fueron días alegres que quizá no volverán. Quisiera verles de nuevo, pasear a su lado una vez más, sentir sus caricias y sentir su presencia… antes de cerrar los ojos por última vez.

Bop

Pd: si queréis visitar a Bop, le encontraréis en el Mas Codinachs (Vic), en una de las jaulas del último patio, apagado y entristecido, pegadito al suelo. Ya no tiene alegría por salir de su jaula. Sólo se tumba y te mira… o cierra los ojos.