jueves, 6 de mayo de 2010

Y siguen lloviendo multas a los voluntarios...

(La imagen refleja algo que no existe en el CAAC)


Increíble pero cierto: se multa a los voluntarios en el desarrollo de un trabajo altruista por el que no cobran un duro, por el que pagan en ocasiones comprando artilugios para los animales (correas, juguetes, bozales, cepillos, champús,...). Las cosas necesarias para poder ejercer de voluntarios y por las que el Ayuntamiento se ahorra una “pasta” en cuidadores por hacer, en parte, su trabajo. Y sin embargo, ironías de la vida, en lugar de intentar hacernos la vida un poco más fácil no se cansan de acosar. Se rumorea que la presión ejercida por los voluntarios hacia la Sra. Imma Mayol, 5ª Tinenta Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona para que cumpla con sus falsas promesas -hechas en diciembre y publicadas por La Vanguardia por el Sr. Lluís Sierra y las cuales aún retumban en nuestros oídos- le ha hecho cabrear. Hay quien dice que son quejas de algunos vecinos, o de los ciclistas (por cierto, ¿las latas, los plásticos, los condones y los papeles que aparecen continuamente por Collserola no molestan a nadie? ¿Nadie multa a quien ensucia de esa manera la montaña?).
En cualquier caso, van a degüello y con intención de hacernos callar han enviado a su ejército uniformado para castigarnos e intimidarnos, multándonos. Se han producido casos delirantes, con una patrulla deteniendo el coche delante de un voluntario y esperando a que el perro acabase de hacer "sus cosas" para ver si le podían cascar una multa. ¿Realmente tan poca delincuencia hay en Barcelona que el Ayuntamiento puede permitirse el lujo de destinar una patrulla diaria para hacer la ronda por el camino al lado del CAAC? ¿Dónde estaba la guardia Urbana cuando un energúmeno agredió a una voluntaria e intentó arrebatarle un perro que estaba paseando?
Señores, no sabemos por qué se empeñan en subestimar el amor que sentimos por los animales abandonados por esta ciudad. Los voluntarios llevamos ya mucho dinero gastado en el CAAC, mucho tiempo y mucha energía. ¿Creen que ahora, por unas simples multas podrán conseguir que dejemos de pedir una vida digna para esos pobres animales? No señores, no. Pagamos impuestos, votamos y esto nos da derecho a exigir que la ciudad de Barcelona pague su deuda limpiando esa imagen de verde y ecologista de la que tanto presume.
Los Señores Urbanos, que tan necesarios serían para multar a esa persona que todas y todos conocemos bien y que incumple sistemáticamente los límites de velocidad en su todoterreno poniéndonos en peligro, o para garantizar la integridad de los voluntarios, en vez de eso se dedica a multar aleatoriamente a los voluntarios por motivos baladies. Los agentes no son más que brazos ejecutores de superiores obedientes. La cosa no va con ellos.
Ciento veinte euros por no recoger una caca y seiscientos por un bozal. Setecientos veinte euros que deberían quemar a quien los recauda porque no es justo operar de modo tan estricto en un camino rural cuando no se ofrece a los voluntarios ninguna otra alternativa. Bueno, hay otra que tal vez sea la que les gustaría: que dejemos de ir y ser testigos de todos los despropósitos del CAAC, y volver a culpabilizar a los voluntarios en este caso por su ausencia. "y falta de compromiso personal". Sin duda da más trabajo multar a los delincuentes de verdad que a los bobos que ocupan su tiempo preocupándose de los perros y gatos del CAAC.

Sin papeleras, sin recogedores, sin palas, sin bolsas, sin información ni apoyo de ningún tipo por parte de nadie del CAAC (todavía estamos esperando a que el Tècnic del Voluntariat avise oficialmente de que la Urbana está multando a voluntarios o que salga en defensa de nuestros derechos, ¿no es su papel informar y actuar como interlocutor con la administración? ¿Para qué sirve este señor que cobra 26.850€ al año si luego no hace nada de nada?)... sin una posibilidad real de peligro que lo justifique se considera como delincuente a quien no lleve un perro manso con bozal. Cuando todos dicen en público que los voluntarios merecen un monumento, por la espalda se les desprecia y se les cuelga del pecho una multa donde deberían haber una medalla.
Ni una cosa ni la otra, ni condecoraciones ni multas: ¡¡¡dignidad!!!

¿Y ésto cómo lo "recogemos"? ¿Sorbiendo con una pajita?