lunes, 13 de septiembre de 2010

Jaulas Vacías...


No nos referimos al conocido libro de Tom Regan, sino al estado actual del CAAC. Un halo casi fantasmagórico acompaña a quienes deambulan por la perrera actualmente casi vacía. Hay quien ha expresado su tristeza y desconsuelo ante la visión de las jaulas sin sus ocupantes habituales, pero no es nuestro caso. No es momento ni de cantar victoria ni de ponerse medallitas, pero el hecho de que los animales hayan sido trasladados a otros centros y (¡por fin!) vayan a llevarse a cabo unas obras de reforma en Collserola debe ser motivo como mínimo de satisfacción. La tozudez y obstinación durante todos estos años de la ASPB en negar el mal estado de un centro obsoleto y decadente argumentando que "estaba en buenas condiciones" no han podido ocultar por más tiempo la realidad de una perrera que pedía a gritos unas condiciones dignas. Al final tendrá que ser Medi Ambient quien empiece a poner remedio a este desastre de tantos años.
Está claro que las cosas se podrían haber hecho de otra manera (también es cierto que si preguntáramos a 10 personas tendríamos 10 opiniones distintas), que se percibe demasiado nerviosismo e improvisación en ciertas actuaciones, que la página web no ofrece información adecuada ni actualizada sobre los animales ni en que centro se encuentran, que las "cesiones por obras" de animales son un fracaso, que la supuesta campaña de información que se iba a desarrollar durante 6 meses con 50 informadores repartiendo folletos sobre las obras y la adopción responsable de momento no parece existir, que la confusión es tal que nadie parece saber o quiere decir exactamente cuál es el centro de Calella en el que ya hay animales del CAAC ni dónde está (aunque conocemos uno, que tiene página web pero cuyo nombre no mencionaremos hasta que no esté confirmado por no añadir todavía más elementos a este enredo) y que todavía queda muchísimo trabajo por delante, pero quienes nos preocupamos por reivindicar condiciones dignas para los animales sabemos que cualquier pequeño avance cuenta, y debe ser apreciado y celebrado como un paso adelante más en la consecución de nuestro objetivo final. En este caso el objetivo no es otro que conseguir que Barcelona acabe teniendo un centro de acogida para animales que no haga que se nos caiga la cara de vergüenza (propia y ajena) como hasta ahora.

También es justo reconocer la valiosa labor de algunas personas del equipo veterinario y otros trabajadores del CAAC que nos consta que sí se preocupan realmente por los animales y que han invertido tiempo, esfuerzo y dedicación en la organización del traslado y la preparación de la obras. Aunque haya quien quiera a posteriori apuntarse los méritos como si la organización fuera cosa suya: el responsable del programa del voluntariado ha realizado el "gran esfuerzo" de copiar y pegar los textos realizados por el equipo veterinario, aunque se agradecería que él también hiciera algo, como por ejemplo su trabajo. Las personas voluntarias siguen sin ser informadas con claridad sobre cómo se puede seguir desarrollando la actividad del voluntariado en los centros de Vic y Calella (en los que repetimos, ya hay animales del CAAC y en los que en teoría se puede colaborar como voluntaria/o del CAAC), de qué manera, en qué horarios... de hecho no se nos ha facilitado ni la dirección. Pero bueno, eso tampoco es algo nuevo. Ya se ha convertido en norma tener que buscarnos la vida por nuestra cuenta.


Diego, digo, dije, Diego, digo...

Con años de retraso y tras mucho insistir y presionar sin descanso desde diversos frentes, parece que por fin se van a llevar a cabo en el CAAC unas necesarias obras que por lo menos permitan unas condiciones dignas a los animales mientras dure su estancia en el centro. Sin embargo, hay demasiados puntos que no invitan a la tranquilidad en todo el proceso. Nos gustaría poder relajarnos y creer que todo ha sido planificado, valorado y elaborado con lógica y coherencia, tras estudiar detenidamente todos los parámetros y consultar a profesionales. Pero la realidad invita a pensar de otra manera, por desgracia.
Para muestra, un botón: llevan meses diciendo que los animales irían a unos centros de Vic y Argentona, hasta ahí bien... Pero resulta que el día anterior a que se produzca el traslado de los animales, a las 19.30 h de la tarde y como quien no quiere la cosa se envía un mail al voluntariado, diciendo casi a hurtadillas al final del mail y sin más explicaciones que por cierto, que no es Argentona, que al final a los perros calificados como GPP se los llevan a ...Calella. ¿Calella?

Esta política con respecto a todo lo que afecte al CAAC y a los animales de Barcelona por parte del Ajuntament, la ASPB y el Area de Medi Ambient de Si sale con barba, San Antón, y si no la Purísima Concepción no resulta demasiado tranquilizadora respecto a las condiciones en que se encontrarán los animales de la perrera mientras duren las obras. Si sabían que el destino final de parte de los animales iba a ser un centro en Calella y no en Argentona, nos han estado engañando todo este tiempo. Y si no, es una decisión precipitada, tomada deprisa y corriendo y a última hora. No sabemos que opción es peor, ¿Han visitado los responsables de Medi Ambient, la ASPB o el CAAC el centro de Calella? ¿Tienen todas las garantías de que los animales serán bien atendidos? El precedente del "centro" de Vic, que ha resultado ser en realidad una masía un tanto destartalada (Mas Codinachs) nos hace estar con la mosca tras la oreja.

(Mas Codinachs, Vic)

Obviamente los perros no necesitan lujos superfluos, pero sí unas condiciones mínimas que les permitan pasar los rigores del invierno sin pagar por ello las consecuencias. El primer día ya se perdió un perro en el traslado (traslado que se realizó con furgonetas de alquiler, afortunadamente ya parece haber sido recuperado aunque tampoco tenemos medios para contrastar la veracidad de esa información), y la realidad es que la situación actualmente es bastante confusa en el CAAC de Barcelona. Los propios trabajadores se han visto desbordados por la situación, y a día de hoy es necesario volver a controlar e identificar los animales que se han quedado en Barcelona, porque hay dudas de qué perros han quedado, cuales se han ido y en qué jaulas están los que se han quedado. Esperemos que en los próximos días se aclare toda esta situación tremendamente confusa, porque no beneficia a nadie (especialmente a los animales que son trasladados de un sitio a otro, de hecho hay unos cuantos en Argentona que están a la espera de ser re-trasladados de nuevo a su destino definitivo en Calella).