jueves, 5 de noviembre de 2009

Apoyos III


Sres. responsables del CAAC:
Consciente de la mala situación que desde hace años están sufriendo las mascotas abandonadas de la ciudad de Barcelona que ingresan en el CAAC. Les hago llegar mi petición de mejoras urgentes en el bienestar de los animales (temperatura, higiene, seguridad, tiempo de juego y de paseo, atención veterinaria completa y seguimiento de las adopciones y acogidas). Prestaré especial atención a los resultados de nuevas medidas que hayan podido tomarse al respecto. De ser las adecuadas no dudaré en agradecérselo.
Dra Marta I. Saloña Bordas
Dpto de Zoología y Biología Celular Animal
UPV-EHU

Apoyos II



He estado viendo fotografías de las instalaciones donde estos animales que han servido de gran compañía a muchos humanos y se puede apreciar fácilmente que dejan mucho que desear, principalmente de cara al invierno que viene.
Desde hace años, como médico-psiquiatra que soy, recomiendo la compañía de animales a aquellas personas que se encuentran solas ya que favorece una mejor salud mental: menor índice de depresión, reducción del riesgo de suicidio, etc.
Les rogaría que iniciasen una mejoría de dichas instalaciones que seguramente necesiten tan solo de una paupérrima partida económica.
Saludos,
Dr. José Miguel Gaona Cartolano
Médico-psiquiatra forense
Asesor Defensor del Menor Comunidad de Madrid
http://www.neurosalus.com/

Apoyos valiosos

Con permiso del autor, reproducimos su apreciado apoyo y más tarde también lo que dice de él la oficina del Animal:

Benvolguts voluntaris del CAAC, escriure a la Sra. Julia Duran -a qui conec des de fa temps- demanant-li que escolti les vostres fonamentades preocupacions i cerqui una solució ràpida al problema. Moltes gràcies per tota la feina que esteu fent,
Cordialment,
Lluís Ferrer, Facultat de Veterinària UAB
Adreça actual: Faculté de Médecine Vétérinaire Univ Montréal Saint Hyacinthe, Québec, CANADA




Conferència organitzada per l' Oficina de Protecció dels Animals de Barcelona
L’Oficina de Protecció dels Animals de Barcelona us convida a la conferència que, dins del Cicle de Conferències Animalistes del 2009, se celebrarà el proper 9 de juny a les 19h la Sala Joan Maragall del Centre Cívic Pati Llimona, c/Regomir, n. 3 (a pocs metres de la plaça de Sant Jaume), a càrrec de LUÍS FERRER I CAUBET que parlarà de : "Persones i gossos; història d'una relació"
El Sr. Lluís Ferrer i Caubet és Catedràtic de Medicina i Cirurgia Animal, Doctor per l’Escola Superior de Veterinària de la ciutat alemanya de Hannover, ha estat fins fa poc Rector de la Universitat Autònoma de Barcelona. És una de les persones que més ens poden dir sobre les relacions entre les persones i els gossos en aquesta interessant conferència.

Mucha reja, poca seguridad

La seguridad es un punto débil del CAAC. La falta de personal, y de ganas e ilusión del mismo, hace que se roben perros. Personajes a los que un juez les ha requisado el perro, por lo que sea, acceden libremente a las instalaciones buscando la recuperación ilegal del mismo. Y no encuentran trabas. En alguna ocasión se requiere, indebidamente, a un voluntario que acompañe a unos individuos que no tienen intención ni de respetar la ley, ni de entenderla. Es absolutamente injustificable poner a un voluntario en la tesitura de mutar sus funciones por la de guardia de seguridad. Dejar de pasear perros (con la escasez de paseadores que se padece) para vigilar, y eventualmente frenar, recuperadores irregulares de perros es inapropiado. Eso como mínimo pone incómodos y/o en peligro a los voluntarios. Los cuidadores tampoco parecen muy contentos con esa labor, pero al menos no lo "endiñan" a los que ceden su tiempo y fuerzas a los peludos. También es cierto que el voluntario no cuenta con información sobre qué, cuándo, cómo y sobre todo por qué ese perro ha sido retirado a su dueño por orden judicial, así que es más lógico que el trabajador trate, siempre que no se exponga a recibir un daño, de atender al requisador de turno.Que no se pueda cumplir con una labor encomendada judicialmente debería poner en guardia los mismos que dictan una medidas. Pero parece que todo el mundo mira a otro lado cuando se habla de protección animal. El consuelo que queda cuando uno se entera, normalmente por casualidad, de la desaparición de los "perros-flauta" es que frente a una realidad desagradable como el CAAC pueden tener otra diferente que con toda el alma deseamos que sea buena. Lástima que no se hagan bien las cosas y se pueda tener una certeza. A veces las cosas son tan inútiles como el cerrojo bailarín de algunas de las jaulas y es que uno funcional debe costar millones de euros...

"Daños colaterales"


El Centre d'Acollida d'Animals de Companyia es conocido coloquialmente como "la perrera". Pero esta definición no hace honor a la realidad: en el CAAC también hay gatos. Por las características de unos y otros animales, los perros se "hacen notar" bastante más. Conforme uno va acercándose por carretera ya puede oír desde bien lejos sus ladridos desesperados. Los gatos quedan en un discreto segundo plano. De hecho la actividad del voluntario parece dirigida de manera automática a pasear perros, obviándose a los representantes felinos del CAAC. Es cierto que los gatos tienen unas características bien definidas, entre ellas que son bastante más autosuficientes e independientes que los perros (quienes hemos tenido gato alguna vez lo sabemos bien), y que disponen de algo más de espacio en las jaulas. No necesitan "salir a pasear" tanto como un perro. Pueden hacer sus necesidades en sus cajas, por lo que la zona de gatos está razonablemente limpia y no apesta ni está tapizada de excrementos y orines como la zona de jaulas de perros (y tampoco se les pega manguerazos). Pero en esta triste situación actual de sobresaturación de animales y escasez de voluntarios para atenderlos en condiciones razonables de tiempo y calidad, los gatos son "víctimas colaterales". Dado que no hay personas suficientes entre semana para atender a todos los perros, tampoco queda tiempo para ocuparse luego de los gatos. Éstos también necesitan del contacto humano, de cuidados y atención. Si la idea es potenciar también la adopción de los gatos, debe trabajarse de manera constante su socialización y su relación con humanos. Un gato "asilvestrado" es muy difícil de adoptar. Desde aquí hacemos un llamamiento: la rampa de subida del CAAC no acaba en la escalera que da a las jaulas, arriba del todo están los gatos. Dediquémosles también el tiempo que sea posible.

Doble rasero, la justicia mirando a otro lado

Si en la página de la agencia de salud pública, y en muchas otras, se proclaman las ordenanzas municipales (http://www.aspb.es/quefem/documents_acollida_animals_companyia.htm) que sancionan y exigen determinadas condiciones para los animales ¿Por qué las propias instituciones ellos están exentas de su cumplimiento? ¿Es democránica la desigualdad ante la ley? ¿Estamos tratando con el Papa, con diplomáticos, con ministros o es que Barcelona es el feudo medieval de algunos? Insitimos en reproducir el estracto de las ordenanzas por que la contradicción es descarada. Lástima que sean exigentes con todos menos con ellos mismos y que olviden su innegable incidencia como modelo. Las personas inteligentes sólo tienen que entender cómo no deben hacerse las cosas.
ELS ANIMALS DE COMPANYIA I LES SEVES LLEIS
Extracte de l’Ordenança sobre la protecció, la tinença i la venda d’animals.
Aprovada pel Consell Plenari el 22 de desembre de 2003 Abandonament:
Està prohibit l'abandó dels animals. Fer-ho pot ser considerat com una infracció molt
greu en matèria de tinença d'animals i pot ser sancionat amb una multa d'entre 401 € i 20.000 €. (art. 10, art. 48 i art. 49) Maltractaments:
Maltractar, agredir o afectar físicament o psicològicament els animals, mantenir els animals en instal·lacions indegudes des del punt higienicosanitari, de benestar i de seguretat de l’animal i no facilitar als animals l’alimentació suficient i equilibrada per mantenir uns bons nivells de nutrició i salut. (art. 10)Protecció dels animals domèstics, de la salut pública i de la tranquil·litat i seguretat de les persones:
Les persones propietàries i posseïdores d’animals domèstics han de mantenir-los en bones condicions higienicosanitàries, de benestar i de seguretat, d’acord amb les necessitats pròpies de la seva espècie. (art. 15-1)
Les persones propietàries i posseïdores d’animals domèstics han de mantenir-los en bones condicions de seguretat per tal que no es produeixi cap situació de perill o molèstia per als veïns o, per a les persones que hi conviuen i per altres persones en general. (art. 16-1)

¿Gato por liebre? No: Papel por mascota

La lástima es que los papeles, los programas, los registros, las cifras y la falta absoluta de voluntad de mejoras reales pretenda ocupar el lugar de una cruda realidad que merece una cuidadosa atención. Como faltan voluntarios y tiempo, cotidianamente los gatos están solos y van reduciendo su capacidad de socialización. Los perros también sufren con paseos cortos o inexistentes tan desiguales como la precariedad del número y a veces de la calidad de los voluntarios que los sacan de las jaulas. No es lo mismo un voluntario experto y sereno que uno inexperto y alterado por tanta injusticia o por vete a saber qué, o arrogante y contaminado por falsos expertos televisivos. No es lo mismo un dominguero como denunciaba 3R, que un entregado paseador de GPP o una prestigitadora que exprime cada minuto de su tiempo confortando a los animales. Multiplicadoras de afectos y de paseos que metódicamente alivian a casi dos decenas de canes.
Según alguien con una fe ferrea en los papiros/registros -que ni tan solo controla totalmente por que no los rellena una única persona, ni los tutela, ni están solamente expuestos durante su errática jornada laboral- (¿o mentimos?) somos centenares de voluntarios. Claro que eso entra en contradicción con los mails del Técnico invitando a los voluntarios a subir por falta de personal. O sea, que igual constan muchos nombres, pero la realidad es que a pesar de contar con un "programa" financiado, las personas comprometidas, disponibles y capaces no son suficientes los días de diario. Los números fluctúan y lo único claro es que algunos perros salen dos veces y otros casi nunca. Para no entrar en la vorágine de las grandes cifras atendamos la cuestión de los gatos.
Se nos ha hecho llegar el dato de que, como los apóstoles, los gatos cuentan con 12 fans que han estampado en algún lugar su deseo de acompañarles en su reclusión. Loamos la intención, la sensibilidad y reconocemos la vital importancia del hecho, lástima que los días pasan y los gatos andan solos. Claro que debe haber algún rato que no, pero nos preguntamos ¿el suficiente?.
Doce voluntarios sobre un papel no son doce voluntarios jugando con los gatos. Doce voluntarios que se mantienen como tales por aparecer a firmar dos veces al mes (si lo hacen, a estas alturas reclamamos la confirmación notarial) no son suficientes para recordar a los gatos que los humanos "molan".
Nos vemos obligados a ponernos didácticos y recordar o señalar (según el caso) que:
1.-Firmar no es igual que realizar una actividad.
2.-Pasar dos minutos no es pasar 4 horas.
3.- Acudir 5 días por semana no es lo mismo que dos al mes (aunque entendemos los que las obligaciones les impiden subir más).
4.- Pasear un tercio de perro (se han podido ver tres personas acreditadas con un sólo ejemplar de 5 kilos) no es pasear 12. Sobretodo cuando hay poco tiempo y quedan perros por salir.
4.- Pasear un GPP (o una docena) no es tontear con un "chuchillo".
Aunque para el registro y el registrante del registro si lo es.
Cansa la gente que interesadamente cambia los papeles por las personas como si una representación fuese la realidad. De igual manera que el mapa no es el territorio. Insistir en los papeles como argumento es muy pobre porque lo que se piden son realidades. Simples mejoras palpables, no registros manipulables voluntaria o involuntariamente (valga la redundancia).
Si se insiste por ésta vía de cambiar papel por bienestar de mascota tendremos que exigir un notario que garantice la escrupulosa veracidad de los documentos, para que los voluntarios podamos dedicarnos simplemente a los animales y no nos hagamos cómplices, como hasta ahora, de una herramienta de manipulación. Habrá que exigir pruebas de peso sobre el número de personas que acuden a las actividades propuestas y en el caso de que las hayan, ¿Tendremos que exigir una muestra de su continuidad?. Los meses pasan, abundan las caras nuevas, pero se hace imposible integrarlas porque difícilmente repiten.
Unas hojas con números y nombres al fin y al cabo son papeles como muchos otros (promesas, planes, planos, proyectos, artículos científicos, protocolos y programas electorales) que se mojan y empapan como los perros con el manguerazo matutino o la lluvia.