martes, 22 de junio de 2010

20.000 razones para seguir "incordiando"

En cualquier blog suponemos que llegar a las 20.000 visitas debe ser generalmente motivo de alegría y celebración. No es nuestro caso. Este blog comenzó con la intención de hacer públicas, en la medida de nuestras modestísimas posibilidades (el "bicho" a que nos enfrentamos es grande y posee más recursos mediáticos y económicos de los que jamás podría llegar a tener cualquier ciudadano normal) todas las graves deficiencias que presenta el CAAC de Collserola (que no son pocas), y con la intención de aportar nuestro pequeño grano de arena a la presión que hay que ejercer de manera cotidiana para que los responsables municipales se decidan a hacer algo de una vez. No somos tan ingenuos como para creer que el simple hecho de poner de manifiesto día tras día toda la larguísima colección de despropósitos que se cometen en la perrera municipal vaya a cambiar algo de inmediato, pero por lo menos seguiremos ejerciendo de observadores y dejaremos constancia de otra versión de los hechos diferente a la que quieren vendernos oficialmente. Cada cual es libre de coger las dos versiones, comparar y luego decidir cuál se ajusta más a la realidad.Las obras de reforma no llegan, ni se cumplen los plazos prometidos. El voluntariado escasea, sigue sin ser respetado, motivado ni cuidado, los protocolos son papel mojado, no hay coordinación, y por no haber no hay ni director. Las instalaciones se siguen degradando, caen trozos de pared y el olor es nauseabundo especialmente ahora que llega el calor. Los perros pueden pasarse horas y horas en jaulas llenas de mierda (cuando un animal tiene diarrea, algo habitual, la mierda llega hasta el techo... literalmente), no hay material en condiciones para procurar una higiene mínima a los animales, las adopciones son escasas y con no demasiado criterio... Y la supuesta "nueva perrera" de Montjuïc que debería construirse en los terrenos donde actualmente está el "Viver de Migdia" se ve cada vez más lejos, lejísimos. Los anteriores proyectos de Santa Perpètua o de el Parc de l'Oreneta estaban mucho más avanzados y se acabaron tumbando al final, el de Montjuïc a dos años vista presenta demasiados interrogantes. De momento sigue siendo un terreno lleno de árboles.
Nos gustaría poder intuir alguna pequeña luz al final del tunel, ver algún pequeño rayo de esperanza que presagie un nuevo día para los animales del CAAC. No parece que esa luz vaya a venir por ahora de parte ni de la ASPB ni de Medi Ambient: prefieren utilizar la luz para jugar a las sombras chinescas y despistar al personal.
Por nuestra parte, el objetivo sigue siendo el mismo que el primer día: cuando haya una perrera digna en Barcelona y los animales estén en las condiciones que merecen, bajaremos la persiana, nos despediremos y a otra cosa. Hasta entonces...

"Una pulga no puede parar un tren, pero puede llenar de picaduras al maquinista".