viernes, 5 de febrero de 2010

Un símbolo ha muerto: nada será igual sin la Gordi

Gordi nuestra, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu mirada inteligente;
hágase tu voluntad en la perrera como en el cielo.
Danos hoy la satisfacción de verte cada día;
perdona las ofensas de los perros que no te gustan,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación de pegar algunos bocados o de abandonar la lucha por las mejoras,
y líbranos de lo que no funciona en el CAAC.
Amén













"La Gordi" aglutinaba a todos los voluntarios fueran del turno que fueran. Ha sido protagonista de manifestaciones (véase la foto que sostiene Portabella junto al presidente de la asociación de Voluntarios) y sobretodo ha sido la niña carismática que desde su caseta en la jaula 20 contemplaba serena nuestro frenético discurrir. Con paciencia relativa con los otros perros y absoluta con los humanos, la Gordi no estaba bien, pero disfrutaba de su nueva agilidad el tiempo que le quedase. Ha muerto prematuramente en un quirófano cuando la eutanasia le debería haber llegado después de más mimos, más paseos, una oportunidad de reflexión o de despedida entre los voluntarios más cercanos. La Gordi no podía curarse con una única intervención, menos sin medios diagnósticos tecnológicamente actualizados, sin unas instalaciones adecuadas para los cuidados postoperatorios, sin una terapia oncológica sofisticada y otras condiciones. Su súbito adelgazamiento y la proliferación de masas tumorales hacían temer lo peor pero mucho nos tememos que un propietario responsable no habría llevado adelante una intervención sin garantías de curación o de mejora en la calidad de vida. La Gordi ha muerto en el CAAC.
¿Vamos a seguir dejando que mueran los animales en una institución tan deficiente?
Mejoremos el CAAC y hagamos uno nuevo porque las Gordis de Barcelona, y del mundo, merecen otra vida y otra muerte.

1 comentario:

Aporta tu conocimiento!!!