"Rocky" ya no está en su jaula.
"Rocky" no ha sido adoptado.
¿Dónde estará?
Está muerto.
Otra vez más, a pesar de lo absurdo, innecesario y trágico de una decisión así, el CAAC ha decidido matar a sangre fría a un perro perfectamente sano. Con los Protocolos en la mano, y amparándose en la justificación de "por decisión veterinaria", otro perro al que le había caído el sambenito de "que muerde" ha acabado pagando con su vida la desorganización, la torpeza y la ausencia de profesionales capacitados y con formación adecuada en ese triste centro de almacenaje de animales que es el CAAC de Collserola. El chapucero parche de chapa y pintura que se la ha dado a las instalaciones desde Medi Ambient no disimula que los errores de gestión del pasado se siguen produciendo día tras día en el presente, que las mismas personas responsables de la muerte en el pasado de otros animales inocentes siguen en su puesto o en puestos de responsabilidad y que no les tiembla el pulso en absoluto a la hora de matar a un animal a la que tienen una oportunidad.
Una vez más, de nada sirve la indignación, sorpresa y tristeza de todas aquellas personas que conocían bien a "Rocky", que lo paseaban y acariciaban sin problemas día tras día y que no entienden nada de lo que ha pasado. "Rocky" había cometido un único crimen: no tenía dueño.
Otro muerto más a añadir a la lista negra de la perrera de Barcelona.
No le busquéis en su jaula, ya no está...
"Rocky" no ha sido adoptado.
¿Dónde estará?
Está muerto.
Otra vez más, a pesar de lo absurdo, innecesario y trágico de una decisión así, el CAAC ha decidido matar a sangre fría a un perro perfectamente sano. Con los Protocolos en la mano, y amparándose en la justificación de "por decisión veterinaria", otro perro al que le había caído el sambenito de "que muerde" ha acabado pagando con su vida la desorganización, la torpeza y la ausencia de profesionales capacitados y con formación adecuada en ese triste centro de almacenaje de animales que es el CAAC de Collserola. El chapucero parche de chapa y pintura que se la ha dado a las instalaciones desde Medi Ambient no disimula que los errores de gestión del pasado se siguen produciendo día tras día en el presente, que las mismas personas responsables de la muerte en el pasado de otros animales inocentes siguen en su puesto o en puestos de responsabilidad y que no les tiembla el pulso en absoluto a la hora de matar a un animal a la que tienen una oportunidad.
Una vez más, de nada sirve la indignación, sorpresa y tristeza de todas aquellas personas que conocían bien a "Rocky", que lo paseaban y acariciaban sin problemas día tras día y que no entienden nada de lo que ha pasado. "Rocky" había cometido un único crimen: no tenía dueño.
Otro muerto más a añadir a la lista negra de la perrera de Barcelona.
No le busquéis en su jaula, ya no está...
No me sorprende en absoluto (y me entristece muchísimo,una vez más).
ResponderEliminarTras visitar el centro hace unos meses (con la intención de acoger o adoptar); regresé con la sensación de haber pisado el mismísimo purgatorio;ya no sólo por el amontonamiento de los pobres animales y sus ojitos de súplica y desconcierto (las jaulas parecen nichos!) sino porque,como visitantes;fuimos totalmente invisibles,como espectros que entramos,deambulamos y salimos entre la niebla helada y la humedad mortecina de un lugar frío e inhóspito lleno de misterios por resolver.
Después de hacer una cola inútil para que algún señor ,de los que están en la garita, nos ayudara en la elección (suponía que ¨conocían a los animales¨y podrían recomendarnos a alguno que encajara en nuestro perfil,espacio, necesidades,horarios,hábitos,familia,,,)su respuesta fue:
¨llevate uno y sino,lo devuelves antes de veintinosecuantos días¨¿¿¿???,,,
¿¿¿???!!!????!!!!
Claro,evidentemente,,,si el criterio que ofrecen ,los de la garita, es el mismo que el de un centro comercial (ADQUIRIR-PROBAR-DEVOLVER),,,no me extrañan desenlaces fatales como el de este pobre animal que narrais.
Tendría que haber (SI ó SI) un personal cualificado,sensibilizado y apto para asesorar y acertar con el perfil del adoptante y animal (y viceversa).
Qué pena,,,