lunes, 30 de noviembre de 2009

Mientras no nos escuchen, nos seguirán oyendo


Mientras las promesas y la vana palabrería no se plasmen en mejores concretas y tangibles para los animales del CAAC, los voluntarios seguirán/seguiremos incansables denunciando la situación en los medios de comunicación. Reproducimos la llamada de atención de una voluntaria sobre el estado del CAAC, en forma de carta publicada en "Cartes dels lectors" en el diario 20Minutos el día 30-11-2009.
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"Sobre la gossera

Los voluntarios del Centro de Acogida de Animales de Compañía hacemos un llamamiento a Imma Mayol y a los responsables de la perrera para que acepten reunirse con nosotros. A pesar de que la clase política presuma de ecologista, hace caso omiso a los voluntarios, únicos representantes y defensores, al parecer, de los animales.
La situación de los perros y gatos hace tiempo que sobrepasó la precariedad. Sí, es cierto que el estado de las instalaciones es lamentable, y que está a la espera de la nueva perrera. Sin embargo, nos conformaríamos con pequeñas mejoras, que supondrían un gran cambio para los animales.
Llega el invierno. Muchos morirán por las bajas temperaturas. Los voluntarios invertimos energía y tiempo libre en mimarles, pero no es suficiente. Sólo está en sus manos tomar medidas. Como ciudadanos de esta ciudad cosmopolita, contribuyentes que pagan impuestos y votantes, suplicamos que nos escuchen.
Voluntarios del CAAC"

2 comentarios:

  1. por favor hay alguna forma de llegar a denunciar todo esto.....no se pueden coger firmas para construir una nueva perrera y que sus trabajadores sean mas humanitarios y gente que quiera a estos animales....Yo estoy dispuesta hasta encadenarme en cualquier sitio para que lo vean o empezar una huelga de hambre contra tantas barbaridades.

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  2. Hasta ahora solo tenemos constancia de dos cosas: una profunda indiferencia por parte de los responsables y él uso reiterativo del humo como respuesta a las quejas que se están llevando a cabo ddes de hace 5 años. Podríamos hablar también de cinismo, gestión irregular o como mínimo torpe y descerebrada. Las decisiones sobre las actuaciones en el CAAC se toman a la desesperada por parte de personas sin cualificar que sobrarían por hacer de administrativos y no por gestionar. Hay una absoluta falta de dignidad moral en los que se escudan en la impotencia o la negación de la realidad para justificar no sólo el malestar de los animales si no la asignación del dinero d elos contribuyentes. La falta de trasparencia nos impide dar cifras pero extraoficialmente se están dilapidando fortunas en cosas que muy escasamente revierten en el bienestar animal. Solo la prexión ciudadana conseguirá el milagro de una reformas urgentes e imprescindibles.

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