lunes, 18 de enero de 2010

Contrato, sin trato (papel que se lleva el viento) I


Vamos a ver las cláusulas del contrato de Voluntariado del CAAC, una por una. Cláusulas que todos firmamos para poder ser voluntarios y que, cuando las leemos de buenas a primeras al llegar al CAAC, nos inspiran confianza y seriedad.
Nos hacen ver todo este mundo de los animales abandonados un tanto de color de rosa. Empezamos por los derechos de los voluntarios:

(Nota:Texto traducido del català, por deferencia a los buenos amigos que nos siguen desde fuera de Catalunya).


"1.- La persona voluntaria tiene los siguientes derechos:
a) Tener el reconocimiento público de su tarea.

Los voluntarios somos tratados como una pandilla de chalados animalistas que piden y exigen cosas absurdas, por lo tanto no se nos escucha cuando pedimos que no se moje a los perros con las mangueras de agua fría a presión, o que se les ponga los tejados a las casetas para que no pasen tanto frío... cuando lo que queremos es que no las pasen tan “P----“.
b) Ser tratada con respeto a su propia ideología y creencias.
Nada que comentar al respeto.
c) Disponer de un espacio propio para el voluntariado en el Centro, como facilitación de su estancia mientras no esté realizando su tarea de apoyo.
No tenemos ningún espacio propio, ni nada que se asemeje. No tenemos lugar para cambiarnos de ropa y hemos de ir tirando de striptease en cualquier rincón, no tenemos ni un lavabo para limpiarnos sino que utilizamos el lavamanos de los trabajadores y no tenemos un sitio donde dejar nuestras cosas. Ni rastro de toallas. De hecho, incluso, cuando llegamos nos hemos de esperar delante de la entrada del CAAC hasta que la abran, haga frío, llueva o nieve.
d) Tener un distintivo, facilitado por el CAAC, que la identifique como persona voluntaria del Centro.
Nos poníamos un distintivo, que iba enganchado con una especie de pinza a la ropa y muchas veces lo perdíamos. Ya no quedan. Esto se puede convertir en una "tragedia" más grande que el hecho de que un animal muera o se ponga enfermo.
e) Disponer del material necesario para llevar a término sus tareas, y para realizarlas en adecuadas condiciones de seguridad e higiene.
Es reconocida la carencia de material en el CAAC y el que hay no está en unas condiciones adecuadas, por ello los voluntarios nos vemos obligados muy a menudo a comprar, con nuestro dinero, collares, correas, bozales y otros complementos para poder llevar a cabo nuestras tareas de voluntariado.
Tener un seguro de responsabilidad civil y daños propios derivados directamente del ejercicio de la actividad voluntaria, así como de los daños y perjuicios a terceros que puedan causar las personas voluntarias como consecuencia de la realización de sus actuaciones de voluntariado, seguro que les proporcionará la ASPB durante el tiempo que realicen las funciones de voluntariado en el Centro.
El seguro no sabemos si existe o si es un mito, de todos modos si preguntamos al respecto no nos darán el menor asomo de información, por lo tanto no hace falta perder el tiempo...
f) Ser reembolsada por los gastos que acredite haber realizado para el desarrollo de su tarea. Por lo que sabemos se van pagando estos gastos, tipo la licencia para pasear “perros potencialmente peligrosos”, pero poco a poco. Y lo de los gastos de desplazamiento muy excepcionalmente.
g) Recibir la Guía para el Voluntariado del CAAC, documento que le será entregado al inicio de su colaboración con el Centro, y que comprende la información sobre los derechos y deberes de los voluntarios, las tareas a realizar, el horario en que se pueden efectuar, las normas de funcionamiento del Centro, y otros aspectos relacionados con el desarrollo de su colaboración.
La mayoría de voluntarios no han recibido ninguna guía, ni normativa y la información es tan básica e imprecisa que no es aplicable en la práctica. En la web de la ASPB hay la famosa guía pero está completamente obsoleta.
h) Recibir la información, orientación y formación adecuada sobre los animales de compañía, así como recibir las indicaciones precisas sobre las tareas de colaboración a realizar. Esta formación irá a cargo al personal del CAAC adecuado en cada caso, y del coordinador de voluntarios, en función de la materia.
Dado que no existe la figura de coordinador de voluntarios desde hace unos cuantos meses, este punto queda invalidado, así como la información, la orientación y la formación adecuada sobre los animales de compañía que en la actualidad corre a cargo de los compañeros voluntarios más veteranos. Sí que es cierto que de vez en cuando se imparten cursos en el CAAC para los voluntarios (alguno bastante interesante, justo es decirlo), pero con tanta mala fortuna que se hacen durante las horas en que se nos permite de pasear a los perros. Por lo tanto, si se nos fuerza a escoger si sacar unos 20 minutitos de las jaulas a nuestros “perruchis” o dejarlos sin salir durante 48 horas por poder asistir al curso, escogemos los “¡perruchis”!
i) Recibir información sobre las novedades que afecten el CAAC.
¿¿¿ Información??? ¡En el CAAC, todo es confidencialidad, es “un bunker” de la información! Los voluntarios no reciben ninguna información oficial, la desinformación es la norma.
j) Ser escuchada por los responsables del Centro, a través del coordinador de voluntarios o por escrito mediante el modelo normalizado de quejas y sugerencias.
Todas las propuestas de los voluntarios que han sido presentadas en varias ocasiones a la ASPB o a la dirección del Centro mediante el Técnico o directamente han sido sistemática y completamente ignoradas. Y repetimos: NO hay coordinador de voluntarios.
k) Recibir una certificación que acredite su participación como persona voluntaria al CAAC. ¿Qué certificación?
l) Cesar libremente en su condición de persona voluntaria del CAAC.
¡Este derecho sí que se respeta, al menos
!


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