Las pagamos todos, también las mascotas

No hay dinero para mejorar las condiciones de los animales ni de los voluntarios, pero desde el Ayuntamiento de Barcelona (stand de Animaladda) andaban regalando cutre-camisetas. La idea era regalarlas a los que adoptasen un animal del CAAC, pero pronto descubrieron que su previsión había sido tan desajustada a la realidad que casi suplicaban a los paseantes que posasen. Y es que había que justificar el gasto del stand, el mobiliario, las camisetas, el fotógrafo, impresora, transfers, dietas de exhibidores... Tres días, mínimo diez horas por día. Seguro que costó un pastón. Todo muy triste, ya que la razón que siempre se ha aducido para el desastre del CAAC es la falta de dinero.
Reconocemos que es muy importante concienciar a la población de que las mascotas no son objetos, si no miembros gratos de la unidad familiar. Eso podría propiciar que no hayan abandonos y que se realicen adopciones responsables, pero como campaña de sensibilización era escuálida, y como regalo, inmotivado y excesivo. Como propaganda institucional, también las han hecho mejores.
Hay que trabajar más y mejor. Mientras los voluntarios siguen sin accesos, sin taquillas, sin duchas, sin una indentificación cómoda y digna, con un baño peligroso (peligro de desprendimiento de la ventana), con las correas justas o menos... ¿De los perros y gatos?, ya ni os decimos, anuncian la bajada de las temperaturas y a nosotros se nos cae el alma.